En días pasados se anunciaron las 12 palabras favoritas del 2020 para de entre ellas escoger 1, que será la “palabra del año” de la Fundación del Español Urgente(FundéuRAE) Organismo promovido por la Real Academia Española.

El año pasado la ganadora de entre tantas palabras fue la palabra “emoji.”

Este año la fundación escogió como sus 12 favoritas las siguientes palabras: Confinamiento, conspiranoia, coronavirus, Covid-19, estatuafobia, infodemia, resiliencia, pandemia, sanitarios, teletrabajo, tiktok y vacuna.

En lo personal mi voto sería para la palabra resiliencia, que es la capacidad que tenemos los seres humanos de recuperarnos ante las situaciones adversas.

Es esta cualidad que nos permite sobreponernos a las dificultades y obstáculos en lugar de ser derrotados por ellos. Esta palabra no solo se hizo fuerte este año, sino que es también la que nos va a ayudar a llevar acabo el 2021, ya que cuando hablamos de resiliencia también hablamos de salir fortalecidos de una situación, haberla sobrellevado pero también salir avanti de esta.

Esperamos el 2021 para la vacuna que ayudará a poner fin a la pandemia, pero debemos pensar en todo lo que dejó; ausencias, ansiedad, depresión, incertidumbre, desempleo, violencia, adicciones, etc. 

Así es que esta palabra seguirá presente y la necesitamos en nuestro vocabulario, hacerla nuestra y saber que esta capacidad está en nosotros y se puede desarrollar, podemos ser unos más vulnerables que otros pero esto se puede desarrollar como cualquier otra habilidad, empezando por la manera en que pensamos sobre las situaciones. 

Los filósofos estóicos nos lo explicaron desde entonces, no podemos contolar lo que sucede en el mundo exterior, pero sí lo que pasa en nuestro interior y cómo reaccionamos ante lo que nos sucede.

La American Psychological association (APA)  junto con muchos estudios confirman que el autocuidado, dormir bien, desconectarte y recargar pilas, la gratitud, la conexión con otras personas, tener un pensamiento positivo de uno mismo, y también la fe en algo más grande que nosotros; la espiritualidad, así como aportar algo a tu comunidad, ayudan a que las personas sean más resilientes y tener mayor bienestar.

Este año deja mucho aprendizaje, realmente cambió el mundo; las formas de comunicarnos, de trabajar y de relacionarnos. Cambiaron nuestras necesidades, o más bien fuimos conscientes de lo que realmente necesitamos. Fue un frenón global y nos agarró desprevenidos, pero ahora sabemos más acerca de nosotros, hicimos introspección, tal vez nos dejó ese tiempo que pedíamos para realizar cosas que dejábamos pendientes, nos vino a resaltar las cosas para valorar realmente lo que si está bien para nosotros y que es lo que nos. 

Aunque volvamos a la “normalidad” nada será igual, creo que si nos deja mucho este año, una transformación a una nueva normalidad la cual nosotros seremos los que decidamos que tanto volveremos a ser como antes o a vivir más conscientes, y llevarnos a una “mejor normalidad”. Afrontar el pasado y agradecer tener una elección de cómo es que quiero vivir mi 2021.